Durante mucho tiempo, la fatiga ha sido reconocida como un problema de seguridad significativo en muchas industrias, incluida la minera.
En Las Bambas, muchos empleados se encargan de operar equipos móviles como parte de sus trabajos. Algunos de estos roles incluyen a los conductores que transportan el concentrado de cobre del sitio a una estación de transferencia ferroviaria y al puerto de Matarani, conductores de vehículos de carga pesada que trasladan el mineral de la mina al chancador primario y conductores de los ómnibus que transportan personas hacia y desde la mina.
Debido a la atención que se requiere para conducir de forma segura, todos los conductores tienen que estar aptos tanto a nivel mental como físico. Un factor problemático propio de Las Bambas es la ubicación del sitio a gran altura, lo que puede afectar la calidad del sueño y la capacidad de la persona para dormir sin interrupciones.
Para hacer frente a este problema, MMG utiliza Planes de Gestión de la Fatiga específicos para cada sitio, los cuales incluyen controles para la detección y prevención de la fatiga. En 2017, MMG tomó una serie de medidas para establecer un enfoque de gestión de la fatiga consistente en todos los sitios al implementar tecnología estandarizada, y aprobada por la empresa, para la detección de la fatiga. Ahora, todos los sitios utilizan la misma tecnología en los casos de roles de manejo clasificados como de alto riesgo de fatiga.
Además de la implementación de tecnología estandarizada en todas sus operaciones, MMG ha revisado su enfoque frente a la prevención de la fatiga. Ahora, los conductores de Las Bambas con “alto riesgo de fatiga” son asignados a instalaciones de alojamiento que aumentan al máximo las posibilidades de dormir sin interrupciones.
Si bien MMG está tomando medidas prácticas significativas para gestionar el riesgo de fatiga, la medida más importante es una interacción y comunicación eficaz. La reducción de los riesgos de fatiga es más eficaz cuando la empresa y el operador trabajan de forma conjunta. Esto significa que todos los empleados deben entender los riesgos asociados a la fatiga, así como su rol en la gestión de dichos riesgos, lo que involucra, entre otros aspectos, sentirse cómodo para “levantar la mano” y alertar a su supervisor o colegas cuando crean que pueden sentirse fatigados.
- Empleado que participa en la campaña de seguridad "Levante la mano" en Las Bambas.