Hoy en día, Apurímac no solo es conocida por sus atractivos turísticos. Al ser la provincia de más rápido crecimiento en Perú, se ha convertido en un motor económico para el país. El crecimiento de Apurímac es impulsado, en gran medida, por el desarrollo minero, incluida la contribución de la operación Las Bambas de MMG.

Desde un inicio, nos hemos esforzado por desarrollar sólidas relaciones con las comunidades sobre la base del respeto a su cultura, costumbres y tradiciones. Esto también nos ha permitido entender sus expectativas en cuanto al desarrollo futuro, y se han creado diversas oportunidades de diálogo, incluyendo foros comunitarios y reuniones informales. En dichas reuniones, representantes gubernamentales, MMG y las comunidades se dan cita con el propósito de contribuir de manera positiva a la calidad de vida de los residentes locales. Los miembros del equipo de relaciones comunitarias de Las Bambas se mantienen en estrecho contacto con los residentes de las comunidades.

A su vez, el desarrollo de Las Bambas ha contribuido de forma directa a la reducción de la pobreza en Apurímac de un 75 %, en 2006, a un 39 %, en 2015. De igual forma, la inversión privada en la región creció un promedio de 20 % cada año de 2012 a 2015, y el empleo se incrementó en un 50 %, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Durante el tercer trimestre de 2016, Apurímac registró un crecimiento económico muy alto de 223 %, el cual se debió, principalmente, al crecimiento del sector minero. Como resultado, Apurímac se convirtió en una de las regiones peruanas de más rápido crecimiento.

 

De acuerdo con el INEI, Las Bambas ha contribuido de forma positiva al desarrollo económico de Apurímac durante los últimos ocho años, entre 2007 y 2015. Durante este período, las tasas de desnutrición se redujeron a la mitad (de un 44 %, en 2007, a un 22 %, para 2015) y las habilidades de lectura y matemáticas crecieron más del doble en la región.

Imagen: Verónica Rojas, “La Nueva Taquillera del Sur”, posa delante de Haquira, su ciudad natal. Durante buena parte del año, Verónica vive en Arequipa, desde donde hace giras por todo el Perú, incluyendo Lima.